domingo, 8 de julio de 2012
El autobús
Hoy, como todos los días, he cogido el autobús para ir al trabajo. Y
acostumbrado desde pequeño me siento al lado de la ventana, siempre en
la segunda fila. Dejo mí cartera en el asiento vacío que queda a mi
derecha. Cuando pasa alguien y tiene la intención de sentarse,
rápidamente quito mi cartera para que se pueda sentar y le brindo un
saludo cordial. Hoy, mi compañero de travesía era un hombre de mediana
edad que olía al Parque Municipal ¿Sabéis cómo huele el Parque Municipal
recién regado en verano? Es una mezcla entre hierba y tierra mojada, a
niños jugando entre los aspersores y a parejas paseando. Es el mismo
olor que el que acompaña la historia de Anita.
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